lunes, 4 de febrero de 2019

Estudiar Historia con el Método Histórico.


Dicho así, parece casi una perogrullada escribir eso de Estudiar Historia con el Método Histórico. Al menos para quien no sabe lo que es realmente este método. Pero lo cierto es que, pese a que los docentes formados en Geografía e Historia sí lo conocen, aplicarlo en las aulas no ha sido lo habitual, según se desprende de los estudios pedagógicos sobre la material (y de la experiencia de muchos de los que hemos pasado por la escuela).

Para plasmar esta paradoja y explicar la lógica de usar este método, definamos primero en qué consiste el método histórico

De manera informal podríamos decir que son las técnicas que usa el historiador en sus investigaciones científicas. El profesor granadino Carlos Javier Garrido García detalla de manera breve sus características en su blog.

Pero no es lo mismo investigar que dar clases, pensarán algunos… Sí, cierto. Porque, al fin y al cabo, no se trata de formar al alumno para que sea investigador sino para adquiera unos conocimientos y estrategias de razonamiento que le aporten cultura y desarrollen su pensamiento crítico, generando con ello ciudadanos formados, capaces de contribuir al bien común a partir de sus decisiones.

Ahora bien, aplicar el método histórico sí que tiene sentido si lo adaptamos al nivel del alumnado incluyendo contenidos en el estudio de la materia como:

- Procedimientos en arqueología para datar los descubrimientos.
- Razonamientos hipotéticos para construir una visión del pasado.
- Técnicas para analizar la sociedad.
- Modos de elaborar juicios críticos.
- Etc.

Porque - y aquí está el quid del asunto - si no introducimos estos contenidos, el estudio queda relegado a la enumeración y anécdotas de hechos pasados y, como mucho, su relación con acontecimientos actuales. Algo así como literatura de hechos no-ficticios, ya sean más recientes o antiguos. Un enfoque que, obviamente, permite para que la asignatura se convierta en arma de adoctrinamiento.


Fuente: El método histórico por Ángela Jurado (CC BY SA)

Por otra parte, la propia inclusión del método científico conlleva la necesidad de aplicar metodologías educativas participativas como pueda ser el Aprendizaje Cooperativo, Basado en Casos, etc.

Haciendo un poco de historia…

La conclusión a la que pretende llegar esta entrada no es, obviamente, nada nuevo. Las investigaciones sobre el estudio pedagógico de la Historia y el planteamiento de incluir el método histórico datan de décadas. En la actualidad, podemos acceder fácilmente a bibliografía sobre esta propuesta a través de blogs y publicaciones digitales.

A continuación señalamos algunas fuentes que profundizan sobre la cuestión y cómo llevarlo a la práctica.

- Histodidáctica: un blog del Catedrático de Didáctica de la Historia Joaquín Prats, alojado en la Universidad de Barcelona que reúne extractos de sus artículos científicos.

- Jonhann Ramírez, profesor de Inglés que explica cómo aplicar el método en las aulas de Historia a través de una entrada alojada en la plataforma Lidefer.

- Explicación del método y algunos ejemplos aplicados en este vídeo. Autor: Román Gutiérrez. 



Todos ellos tienen un denominador en común: si la Historia es una Ciencia Social, habrá que enfocar su estudio como se hace en cualquier otra ciencia. ¿O acaso el estudio de la biología consiste en memorizar todos los avances transcurridos hasta el presente en este campo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario