Dicho así, parece
casi una perogrullada escribir eso de Estudiar Historia con el Método
Histórico. Al menos para quien no sabe lo que es realmente este método. Pero lo
cierto es que, pese a que los docentes formados en Geografía e Historia sí lo conocen, aplicarlo en las aulas no ha sido lo habitual, según se desprende de los estudios pedagógicos sobre la material (y de la experiencia de muchos de los que hemos pasado por la escuela).
Para plasmar esta
paradoja y explicar la lógica de usar este método, definamos primero en qué
consiste el método histórico.
De manera informal podríamos decir que son las
técnicas que usa el historiador en sus investigaciones científicas. El profesor
granadino Carlos Javier Garrido García detalla de manera breve sus
características en su blog.
Pero no es lo mismo investigar que dar clases, pensarán algunos… Sí, cierto. Porque, al
fin y al cabo, no se trata de formar al alumno para que sea
investigador sino para adquiera unos conocimientos y estrategias de razonamiento
que le aporten cultura y desarrollen su pensamiento crítico, generando con ello
ciudadanos formados, capaces de contribuir al bien común a partir de sus
decisiones.
Ahora bien,
aplicar el método histórico sí que tiene sentido si lo adaptamos al nivel del
alumnado incluyendo contenidos en el estudio de la materia como:
- Procedimientos
en arqueología para datar los descubrimientos.
- Razonamientos
hipotéticos para construir una visión del pasado.
- Técnicas para
analizar la sociedad.
- Modos de
elaborar juicios críticos.
- Etc.
Porque - y aquí
está el quid del asunto - si no introducimos estos contenidos, el estudio queda
relegado a la enumeración y anécdotas
de hechos pasados y, como mucho, su relación con acontecimientos actuales. Algo
así como literatura de hechos no-ficticios, ya sean más recientes o antiguos. Un enfoque
que, obviamente, permite para que la asignatura se convierta en arma de
adoctrinamiento.
![]() |
Fuente: El método histórico por Ángela Jurado (CC BY SA) |
Por otra parte, la propia inclusión del método científico conlleva la necesidad de aplicar metodologías educativas participativas como pueda ser el Aprendizaje Cooperativo, Basado en Casos, etc.
Haciendo un poco
de historia…
La conclusión a
la que pretende llegar esta entrada no es, obviamente, nada nuevo. Las
investigaciones sobre el estudio pedagógico de la Historia y el planteamiento
de incluir el método histórico datan de décadas. En la actualidad, podemos
acceder fácilmente a bibliografía sobre esta propuesta a través de blogs y
publicaciones digitales.
A continuación
señalamos algunas fuentes que profundizan sobre la cuestión y cómo llevarlo a
la práctica.
- Histodidáctica: un
blog del Catedrático de Didáctica de la Historia Joaquín Prats, alojado en la Universidad de Barcelona que reúne extractos de sus artículos científicos.
- Jonhann
Ramírez, profesor de Inglés que explica cómo aplicar el método en las aulas de
Historia a través de una entrada alojada en la plataforma Lidefer.
- Explicación del método y
algunos ejemplos aplicados en este vídeo. Autor: Román Gutiérrez.
Todos ellos tienen un denominador en común: si la Historia es una Ciencia Social, habrá que enfocar su estudio como se hace en cualquier otra ciencia. ¿O acaso el estudio de la biología consiste en memorizar todos los avances transcurridos hasta el presente en este campo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario